Celiaquía, qué es, síntomas y tratamiento

pan gluten

Entre las patologías digestivas que perjudican el intestino delgado sobresale la enfermedad celiaca, condición que compromete la correcta absorción de las vitaminas, minerales y nutrientes de los alimentos al imposibilitar al paciente a tolerar la proteína denominada gluten, conduciendo a una malnutrición pese a mantener la adecuada ingesta de comida, pues la misma se encuentra en los cereales, ingredientes indispensables para cualquier dieta balanceada.

¿Qué implica ser celiaco?

También denominada celiaquía o enteropatía sensible al gluten, la enfermedad celiaca corresponde a la inflamación de la mucosa del intestino delgado producto de la intolerancia inmunológica y permanente al gluten ¿Qué quiere decir esto? que el celiaco es incapaz de digerir la proteína presente en cereales como la cebada, centeno, el trigo y, en algunos casos, la avena.

Si bien es una patología que no distingue de sexo, raza o edad, la celiaquía suele presentarse en relación mujer/varón en una media de dos diagnostico en mujeres respecto a uno en hombres, en los que provoca lesiones capaces de alterar la absorción de vitaminas, minerales y nutrientes presentes en los alimentos.

¿Cuál es la causa la enfermedad celíaca?

Diversos estudios apuntan a que la celiaquía únicamente afecta a personas con genes particulares, el problema es que se trata de genes comunes presentes en cerca de un tercio de la población. Hasta ahora, se desconoce la raíz de la afección, pues se manifiesta  tras la ingesta de alimentos que contienen gluten.

En lo que respecta a factores de riesgo, se habla de una enfermedad con marcada tendencia hereditaria; cerca del 20% de personas con parientes cercanos celiacos, se ven afectados, probabilidad que se incrementa ante la presencia de cambios o variantes genéticas y aspectos  como el entorno.

Síntomas de la celiaquía:

Otra de las particularidades de la enfermedad celiaca es su sintomatología; mientras algunos pacientes no presentan siquiera malestar, otros tienen uno o más síntomas que suelen verse incrementados tras asuntos vinculados a la salud en general, entre ellos, el embarazo, una cirugía, el parto, infecciones virales, gastroenteritis bacteriana, e incluso, el estrés mental.

En líneas generales, el celiaco presenta problemas digestivos como sensación de plenitud o inflamación en el área abdominal, hinchazón, estreñimiento o diarrea crónica, nauseas, gases, vómitos y dolor estomacal.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad celiaca?

Debido a que los síntomas comunes de la condición se asemejan a otras enfermedades vinculas al aparato digestivo, el diagnóstico de la enfermedad celiaca es bastante complejo; sin embargo, generalmente se basa en la presencia de alguno o varios de ellos, además de la determinación de los marcadores serológicos y genéticos. En algunos casos, es necesaria la ejecución de una biopsia intestinal, luego de analizar la respuesta del organismo ante una dieta libre de gluten.

Tratamientos de la celiaquía:

Tanto la normalización clínica y funcional del sistema digestivo, como la reparación de la lesión en el mismo está sujeta a un único tratamiento, prescindir completamente – y de por vida – del gluten en la dieta; no se habla sólo de eliminar cualquier producto con contenido de trigo, cebada, espelta, avena y centeno, sino también de sus derivados.

En lugar de ellos, el celiaco tendrá que fundamentar su alimentación en ingredientes naturales – carnes, legumbres, pescados, frutas, huevos, hortalizas, verduras y cereales sin gluten – para darle a su organismo la mayor cantidad de nutrientes necesarios. Del mismo modo, los especialistas aconsejan la inclusión de preparados de folato, hierro y vitamina B12, sobre todo, en pacientes con anemia.

Pronóstico:

Pese a carecer de cura, seguir una dieta sin gluten repara el daño de las vellosidades intestinales y previene uno mayor; curación que es evidentemente más rápida en los niños, donde tarda alrededor de 3 a 6 meses, a diferencia del adulto que puede demorar hasta 3 años. Si bien rara vez se evidencian daños a largo plazo en el revestimiento de los intestinos, ciertos problemas no mejoran, por ejemplo, la talla baja en los niños cuando el diagnóstico es tardío.

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