El autismo en niños: causas y síntomas

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El autismo es un trastorno neuropsiquiátrico, que se suele manifestar en los tres primeros años de vida en los niños, y se caracteriza por tener las siguientes premisas:
- Aislamiento social
- Dificultad a la hora de comunicarse
- Patrones estereotipados de conductas (repetición continuada de gestos y expresiones)
Causas del autismo en niños/as
Las causas específicas de desarrollar autismo no se conocen con exactitud, aunque es probable que el factor ambiental y el genético tengan un papel fundamental en este tipo de trastorno.
Existen ciertos genes que están estrechamente relacionados con el desarrollo del autismo, de hecho, hay estudios hacia personas con autismo que demuestran que presentan irregularidades en varias regiones del cerebro.
El autismo puede darse en niños de cualquier raza o cultura, y de diferentes niveles socio-económicos. Además, la incidencia en niños es cuatro veces mayor que en las niñas.
Se estima que a nivel mundial 5 de cada 10.000 personas presentan autismo clásico. Aunque si se tiene en cuenta los síntomas más leves del autismo, la prevalencia aumenta entonces la cantidad a 21 de cada 10.000 personas.
También podéis consultar un tipo de autismo muy conocido, el síndrome de Asperger y su significado.
Síntomas del autismo en niños/as
Podemos tener en cuenta diversos síntomas para saber si un/a niño/a padece de autismo o no. Vamos a diferenciarlos por indicadores precoces y tardíos:
Indicadores precoces
- Al año de edad no balbucea ninguna palabra
- Hasta los 12 meses no señala ningún objeto
- No responde por su nombre
- Hasta los 16 meses no pronuncia ninguna palabra
- No pronuncia frases de dos o más palabras hasta los dos años
- No establece un contacto visual correcto
- No sonríe ni muestra receptividad social
- Alinea de manera excesiva sus juguetes u otros objetos
Indicadores tardíos
- No tiene ningún interés por relacionarse ni hacer amigos
- No es capaz de mantener o comenzar una conversación
- Tiene poca imaginación a la hora de jugar
- El lenguaje que utiliza es repetitivo
- Se mueve a través de rutinas y cualquier intento de modificarla le genera un estado de angustia
- Muestra un apego excesivo a determinados objetos
Diagnóstico del autismo
Para diagnosticar el autismo en niños, en primer lugar, el médico hará un cuestionario a la familia para, de este modo, reunir toda la información posible acerca de la conducta y el desarrollo del pequeño. Si tras la entrevista, hay sospechas de que el niño pudiera padecer dicho trastorno, se le someterá a una evaluación integral. En esta evaluación, participará un psicólogo, neurólogo, psiquiatra, un terapeuta del lenguaje, y otros especialistas capacitados.
Lo más adecuado es recibir un diagnóstico precoz, y de este modo se dispondrá de medios para detectar el trastorno antes de los 24 meses de edad.
Tratamiento del autismo en la infancia
El pronóstico de las personas que padecen autismo mejorará con una intervención a tiempo, apropiada e intensiva. En la actualidad, se trabaja con diferentes programas educativos de comportamiento para trata a niños/as con problemas de autismo. Estos programas incluyen actividades constructivas y ayudas visuales que resultan útiles.
- Terapia conductual: empleando la psicología conductista, consiste en el entrenamiento de comportamientos cotidianos. Se estimulan las actuaciones deseables, y se limitan las indeseables. Tanto la familia como los educadores deberán tener una formación previa para poder realizar la terapia con los niños.
- Programa de educación especial: este programa está orientado a favorecer el desarrollo del lenguaje comunicativo y la interacción con otras personas. En los centros educativos debe haber material adecuado y personal cualificado para ayudar al niño a desarrollar el lenguaje y facilitar, de este modo, su integración social.
- Farmacoterapia: en los casos de que el niño no responda a otro tipo de tratamiento o terapia, el médico puede recetarle algún fármaco.
Pronóstico del autismo
La evolución del autismo dependerá de cada persona. Algunas necesitarán asistencia cuando alcancen una edad adulta, mientras que otras podrán vivir de manera independiente.
El pronóstico será peor en aquellos niños que tengan un cociente intelectual bajo, y en los que no sean capaces de hablar comprensiblemente ante de los 5 años de edad.