Tendones y tendinitis, composición, función y tratamiento

tendones

¿Sabes la composición y función de los tendones?, ¿padeces de tendinitis y necesitas ayuda?. Te explicamos todo esto y te damos algunas claves para tratar y combatir la tendinitis.

Los tendones son lazos de tejidos conectivos de gran resistencia, que unen al musculo situándose en su parte extrema hasta llegar al hueso. Siendo el mismo encargado de generar la acción de fuerza del hueso al musculo.

Composición de los tendones

Los tendones son estructuras compuestas por una molécula que resultó ser vital para la existencia de vida en el planeta tierra, y la conocemos como colágeno. Su forma estructural suele verse afectada en su proceso por una fuente extra celular e intercelular de moléculas como la elastina, encargada de su formación por su gran composición de agua.

Por otra parte podemos encontrar en ellos otros elementos indispensables para que estos tendones puedan tener las funciones que conocemos, siendo conocidos como tenoblastos y tenocitos. También hayamos a los fibroblastos en un 20%, Elastina en un 80% que a su mismo tiempo posee un 70% de agua, recurso indispensable para la vida y en ese 70% encontramos un 30% de sólidos como lo son glicina, hidroxiprolina y parolina. Logrando así un gran conjunto conjuntivo al que definimos como tendones.

Función de los tendones

Su función básica es entremezclar el musculo esquelético con el hueso, generando así contracción para que se cree el movimiento. Modulando así la fuerza de forma pasiva. La capacidad elástica es similar o comparativa a la de un resorte. Por otra parte debemos tener presente que no todos los tendones deben ejercer el mismo rol o papel. Algunos simplemente son encargados de almacenar energía y elastina para luego descargarla logrando así una mejor acción locomotora.

Un gran ejemplo de su capacidad de almacenamiento de energía, la podemos encontrar en el talón de Aquiles. En esta zona el tendón se estira logrando así flexionar el tobillo, durante su última parte de la zancada. Así de esa forma se libera la energía de elastina almacenada. Logrando un mejor movimiento de longitudes al musculo, beneficiándolo de mejor capacidad de fuerza y resistencia.

Debemos de tener en cuenta que las capacidades de un tendón varían mucho por el diámetro y la dirección que la fibra de colágeno tenga. Estas pequeñas fibras se encuentran paralelamente empaquetadas, mostrando apariencias onduladas o risadas en diferentes escalas de micrómetros. Proporcionando a los tendones de moléculas que le ofrecen flexibilidad.

Su estructura es formada por fibras jerárquicas que podemos observar por medio de instrumentos como el microscopio. Por otra parte podemos notar en su comportamiento algo muy curioso. Y es la deformación de la fuente no colágena que ocurre en los tendones, logrando así obtener la propiedad mecánica para ejercer la flexibilidad gracias al enriquecimiento de esos tejido conectivo tan importantes en nuestra anatomía.

Qué provoca la tendinitis

La tendinitis es causada a raíz de que los tendones, que se encuentran ubicados en las extremidades de musculo sufren inflamación o irritación. Siendo la tendinitis el resultado de malas fuerzas y repetitivos movimientos que provocan la fricción y desgaste del mismo en diversa áreas de nuestro cuerpo como lo son; la muñeca, el hombro, el talón, codo y rodilla.

También es causada por algún tipo de trauma como lesiones, y por la degeneración celular que todo ser humano experimenta al pasar de los años, donde la producción de colágeno y elastina ya no es la misma.

Cómo tratar la tendinitis

Los tratamientos que conocemos alivian apurativamente el dolor y reducen la inflamación causada en diferentes aéreas de nuestro cuerpo. El especialista en este tipo de patología suele pedir al paciente reposo permanente en algunos casos, donde la zona afectada queda inmovilizada hasta cumplir el tratamiento y conseguir resultados positivos. Y en otras ocasiones donde no es tan agudo el caso de tendinitis, se recomienda al paciente evitar el uso repetitivo y brusco de esa zona hasta lograr recuperar la flexibilidad sin molestia alguna.

Teniendo en cuenta que todos los reposos que sugiera el médico irán acompañado de una serie de tratamientos farmacológicos. Los más recomendados son los antiinflamatorios como el ibuprofeno y el ácido acetilsalisilico. Ahora si trata de algo más grave, la tendinitis debe ser tratada con inyecciones de corticoides para luego ser complementadas con fisioterapia y ejercicios excéntricos.

Tipos de terapias para la tendinitis

La más comunes y efectivas suelen ser las terapias de microondas, ondas de choque, ultrasonidos, electrolisis ecoquiada. La mayoría de estas son realizadas con el fin de producir descargas eléctricas que van directas al tendón.

Así que si sufres de algún tipo de tendinitis, o sospechas de su presencia, es importante que visites a algún especialista y que sigas al pie de la letra sus recomendaciones y recetas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *