Usos del amoníaco para la limpieza del hogar

El amoníaco es un gas que, al entremezclarse con agua, tiene una infinidad de aplicaciones, y sus usos son variadísimos, en especial en labores de limpieza del hogar, que va a estar siempre y en todo momento limpio, libre de bacterias y refulgente.
Este es un producto muy apropiado para suprimir cualquier clase de máculas, aunque esencial saber que jamás se debe unir lejía y amoníaco, puesto que se genera una reacción química muy tóxica y perjudicial. Tenlo en cuenta si tienes pequeños en casa o bien mascotas que pasan bastante tiempo en el suelo y tocan todo y se llevan muchas cosas a la boca.
Usos del amoníaco para la limpieza
Uno de los usos más esenciales del amoníaco es su propiedad desengrasante. Es ideal para eliminar máculas y salpicaduras de grasa en fogones, encimeras, vitrocerámicas, azulejos y cerámicas generalmente.
Desleído en agua, el amoníaco es genial para adecentar el horno de la cocina, en especial si han quedado restos de comestibles quemados y pegados en las paredes interiores.
Es sorprendente la eficiencia que tiene el amoníaco para adecentar vidrios de espejos y ventanas.
Con este producto es considerablemente más simple eliminar cualquier suciedad o bien una huella que haya quedado en el cristal.
De todos y cada uno de los usos del amoníaco, es esencial resaltar sus propiedades para adecentar áreas de la casa donde ningún otro producto es efectivo, como los azulejos, los que amontonan suciedad, singularmente en las juntas de unión.
La limpieza de paredes azulejadas es una labor que no se hace todos y cada uno de los días, y para esto se puede emplear un paño con este gas en estado líquido.
De igual forma, estamos hablando de un buen limpiador de suelos y muebles de madera, como asimismo es un producto genial para el decapado de las maderas.
Por este motivo, es preciso que el producto se reduzca con agua, lo que deja poder efectuar la limpieza superficialmente, suprimiendo la suciedad sin dañar la pintura o bien el barniz.
Asimismo es idóneo para el lavado de ropa con máculas. Es posible, por poner un ejemplo, eliminar máculas de vino de la ropa con suma sencillez usando un paño con un chorro de amoníaco.
Ya antes, es recomendable hacer una prueba en una zona de la prenda que no sea perceptible, para no estropearla.
Los usos del amoníaco para adecentar prendas y artículos del hogar son variadísimos, y asimismo es ideal para aquellos calzados que no aceptan el lavado. Para esto, se puede utilizar una mezcla de amoníaco, agua y jabón y frotar con ella las zapatillas o bien zapatos.