Un estudio dice que hacer ejercicio antes del desayuno quema más grasa

¿Deberías comer antes o después de hacer ejercicio por la mañana? El debate ha durado años.

El campamento de comer primero dice que la comida antes del ejercicio aumenta el azúcar en la sangre, dando al cuerpo combustible para aumentar la intensidad y la duración de un entrenamiento.

También evita que estés fatigado o mareado. El campamento de comer después dice que quemas más grasa si ayunas antes de hacer ejercicio.

Un pequeño estudio en Reino Unido respalda el último punto de vista: en 30 hombres obesos o con sobrepeso. Aquellos que hacían ejercicio antes del desayuno quemaban el doble de grasa que los hombres que desayunaban antes de hacer ejercicio.

Zopf, un pan de huevo trenzado similar a challah o brioche, es la pieza central del desayuno suizo.

Esto se debe a que hacer ejercicio sin combustible obliga al cuerpo a recurrir a los carbohidratos almacenados y, cuando estos desaparecen rápidamente, recurre a las células grasas.

Lamentablemente, el grupo que comió después no perdió más peso que el grupo que hizo la ingesta antes durante las seis semanas del estudio, pero sí tuvo efectos «profundos y positivos» en la salud del grupo que ayunó, dijeron los investigadores.

Saltarse la comida antes del ejercicio hizo que los músculos de los hombres fueran más sensibles a la insulina, que controla los niveles altos de azúcar en la sangre, reduciendo así el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.

«El grupo que hizo ejercicio antes del desayuno aumentó su capacidad de responder a la insulina, lo que es aún más notable dado que ambos grupos de ejercicio perdieron una cantidad similar de peso y ambos ganaron una cantidad similar de condición física», dijo el fisiólogo del ejercicio Javier González, un profesor asociado al departamento de salud de la Universidad de Bath, en un comunicado «La única diferencia fue el momento de la ingesta de alimentos», agregó González.

SEGÚN OTRAS INVESTIGACIONES

Un estudio de 2010 encontró resultados similares, esta vez en un grupo de 28 hombres sanos y físicamente activos.

Un grupo no hizo ejercicio. Otros dos grupos se sometieron a un agotador ejercicio matutino de correr y andar en bicicleta cuatro veces por semana; un grupo comió antes del ejercicio y el otro después. Probablemente no sea sorprendente que el grupo que no hizo ejercicio haya aumentado de peso.

Pero al contrario del estudio de 2017, el grupo que desayunó antes del ejercicio también aumentó de peso. El grupo que hizo ejercicio con agua y con el estómago vacío mantuvo su peso, perdió grasa y mantuvo su azúcar en sangre a buen nivel.